Esta prueba forma parte de nuestra gran comparativa de motores para e-bikes. Aquí encontrarás un análisis detallado de los 15 motores en test, junto con información interesante y consejos clave para elegir tu próxima eMTB.

Specialized es una marca que prefiere tomar las riendas, desarrollando no solo sus propias bicicletas, sino también muchos de sus componentes, incluidos los motores para eBikes, en estrecha colaboración con socios externos. A principios de 2020, el mundo del mountain bike contuvo la respiración cuando Specialized presentó la Turbo Levo SL, su primera eMTB ligera equipada con el motor SL 1.1. Aunque no fueron los únicos en apostar por este concepto en aquel momento, la Turbo Levo SL dejó huella en el segmento de las eMTB ligeras, marcando el inicio de una nueva generación de bicis eléctricas.
Tres años después, Specialized dio un nuevo paso adelante con el lanzamiento del Specialized SL 1.2, desarrollado en estrecha colaboración con MAHLE, para seguir los pasos de su predecesor. En comparación con el SL 1.1, que ofrecía un par máximo de 35 Nm, el nuevo SL 1.2 eleva la cifra a 50 Nm de par y 320 W de potencia máxima, lo que supone un 33 % más de potencia y un 43 % más de par… ¡y, presumiblemente, un 100 % más de diversión!
Por ahora, este motor es exclusivo de la Levo SL, pero pronto llegará a otros modelos ligeros de Specialized, como la Levo SL Kids eBike, que ya hemos puesto a prueba.
El enfoque integral de Specialized les otorga una ventaja significativa, ya que les permite abordar requisitos específicos desde las primeras fases de desarrollo. Pudimos comprobarlo de primera mano durante una visita exclusiva al centro de desarrollo Specialized Turbo en Cham, Suiza.
Dado que Specialized desarrolla sus motores exclusivamente para sus propias bicicletas, no tiene la necesidad de diseñarlos de forma genérica y universal para adaptarse a múltiples marcas, como deben hacer los grandes proveedores de motores. Esto les permite crear soluciones a medida, mientras que otras marcas de bicicletas deben ajustarse a lo que ofrecen los fabricantes de motores, cuyos sistemas suelen estar diseñados para un abanico de aplicaciones mucho más amplio y diverso.
En cuanto al servicio posventa, el proceso es mucho más sencillo. No es necesario lidiar con la frustración de ver cómo los distintos proveedores se pasan la responsabilidad de un lado a otro, algo habitual en marcas que dependen de motores de terceros. Tener un único punto de contacto no solo reduce los tiempos de espera, sino que también proporciona tranquilidad extra a los usuarios.

El motor Specialized SL 1.2 en detalle – Tecnología propia al servicio del rendimiento
A primera vista, el motor Turbo Levo SL 1.2 se parece mucho a su predecesor, el SL 1.1, manteniendo una forma similar y un peso prácticamente idéntico de 1,9 kg, lo que lo sitúa en la misma categoría que los motores de asistencia ligera de Bosch y FAZUA. En cuanto a dimensiones, es ligeramente más grande que el FAZUA Ride 60, más compacto que el Bosch Performance Line SX, y aún más voluminoso que el TQ HPR 50, el más pequeño del grupo.
Para la alimentación, el nuevo motor Specialized SL 1.2 sigue confiando en la fiable batería de 320 Wh de su predecesor. En total, el corazón del sistema de asistencia, incluyendo motor y batería, pesa aproximadamente 3,7 kg, lo que lo coloca en la misma liga que el sistema ligero TQ HPR 50.
Dicho esto, analizar características individuales como el peso del motor por separado no tiene demasiado sentido. Lo que realmente importa es el peso total de la bicicleta, la integración del sistema y el rendimiento global del conjunto. Como ya es habitual en Specialized, existe la opción de añadir un extensor de autonomía de 160 Wh, que se instala en el portabidón y permite afrontar aventuras épicas lejos de cualquier enchufe.

El resto del hardware, incluido el puerto de carga, el mando remoto y la pantalla, proviene de los modelos Turbo actuales, lo que facilita el acceso a repuestos y el mantenimiento de la bicicleta.
La pantalla Specialized Mastermind TCU, compacta y elegante, ofrece toda la información esencial de un vistazo, desde el porcentaje exacto de batería hasta el nivel de asistencia, la velocidad y el tiempo de ruta.
El sistema se maneja con un mando minimalista en el manillar, intuitivo y con un tacto preciso, permitiendo cambiar de modo sin esfuerzo incluso en plena ruta. Su diseño discreto y bien integrado mantiene la estética limpia de la bicicleta, evitando distracciones innecesarias y permitiéndote concentrarte en lo que realmente importa: el sendero que tienes por delante.


Specialized también ha desarrollado la aplicación asociada al motor SL 1.2, basada en la anterior Mission Control, de la que hereda muchas funciones y características. A través de la app, es posible ajustar con precisión la potencia máxima y la intensidad de los tres niveles de asistencia: Eco, Trail y Turbo. Para quienes buscan una configuración rápida o no tienen experiencia ajustando motores, la app ofrece tres perfiles predefinidos: Universal, Battery Friendly y Race, cada uno con un carácter distinto y personalizable según las necesidades y preferencias del usuario. Sin embargo, en esta nueva versión, Specialized ha sustituido los intuitivos deslizadores de Mission Control por gráficos, que resultan menos intuitivos y más complejos de manejar. Los puntos de ajuste de cada modo de asistencia pueden moverse libremente en el gráfico, lo que permite configurar un modo Eco tan potente como el Turbo, o incluso crear tres niveles de asistencia idénticos. A pesar de ello, la aplicación de Specialized ofrece un nivel de personalización más profundo que la app de Brose, lo que la convierte en una herramienta potente para quienes buscan afinar su motor al detalle.
Aunque la app permite registrar rutas, a diferencia de las aplicaciones de Brose y Bosch, no cuenta con función de navegación. Lamentablemente, en el momento de esta prueba, tampoco disponía de la función Smart Control, presente en la antigua Mission Control y diseñada para ajustar la entrega de potencia del motor y la batería en función de la duración o la distancia prevista del recorrido. No obstante, no hay motivo para alarmarse: esta función se añadirá en una futura actualización.
A través de la app también es posible personalizar la interfaz de la pantalla Mastermind TCU, adaptándola a las preferencias del usuario.
Por otro lado, al hacer una parada en tu cervecería favorita tras una buena ruta, puedes activar la función System Lock, que bloquea el sistema del motor desde la app. Si bien esto no evita que te roben la bicicleta, hace que el motor quede inutilizado y activa una alarma, aunque esta podría ser algo más potente.


A prueba: Specialized SL 1.2 – ¿Flow natural?
Al igual que el resto de motores de Specialized, el SL 1.2 ofrece tres modos de asistencia: Eco, Trail y Turbo. Además, incorpora la práctica función Micro-Tune, que permite ajustar la intensidad del apoyo del motor en incrementos del 10 % simplemente con un clic en el mando. En los modelos SL, esta función tiene aún más sentido, ya que permite gestionar mejor la batería y adaptar la asistencia a las condiciones del terreno y las necesidades del ciclista.
Al arrancar desde parado, el motor Specialized SL 1.2 ofrece una asistencia natural, con una entrega de potencia progresiva y desconexiones suaves, incluso en modo Turbo con la configuración estándar. La transición sin sobresaltos al superar los 25 km/h contribuye a esa sensación fluida e intuitiva.
En nuestra comparativa de motores para eBikes 2023, solo el TQ HPR50 logró ofrecer una asistencia aún más suave que el Specialized SL 1.2.


A pesar de su carácter suave, el motor Specialized SL 1.2 ofrece un apoyo potente sin resultar brusco en ningún momento. Dicho esto, no alcanza la potencia de motores más enérgicos como el Bosch Performance Line SX o el FAZUA Ride 60. Además, su rendimiento es más eficiente a una cadencia de alrededor de 80 rpm, algo que también quedó reflejado en nuestras pruebas de laboratorio en el instituto Velotech. Esto encaja perfectamente con el carácter deportivo del motor y permite obtener una buena sensación de entrenamiento a pesar de la asistencia.
Si te detienes en una subida técnica, el motor de Specialized facilita mejor la reanudación de la marcha en comparación con el TQ HPR50, y el SL 1.2 también ofrece un empuje ligeramente mayor a bajas cadencias.
En cuanto al ruido, la última versión del motor Specialized es más silenciosa que su predecesora, pasando del característico zumbido agudo a un sonido más grave y discreto. En general, el ruido de fondo es mucho más agradable al oído, aunque el TQ HPR50 y el Bosch Performance Line SX siguen siendo aún más silenciosos.
Nuestras conclusiones sobre el motor Specialized SL 1.2
El Specialized SL 1.2 supone una evolución lógica de su predecesor y se mantiene a la altura de los motores ligeros más actuales. Aunque no puede competir con los sistemas de asistencia mínima más potentes, destaca especialmente por su sensación de pedaleo natural.
Además, Specialized ofrece un conjunto bien equilibrado de periféricos, incluyendo el mando remoto y la pantalla, todo ello complementado con un buen nivel de conectividad. Sin embargo, la nueva app todavía resulta algo confusa en algunos aspectos.

Tops
- Sensación de pedaleo natural
- Conjunto bien equilibrado y armonioso

Flops
- No alcanza la potencia de los mejores motores ligeros
- Ruido de fondo perceptible
Para más información visita specialized.com
La gran comparativa de motores
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Words: Mike Hunger Photos: Various