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20.3 kg en talla L | 9.700 € | Web del fabricante
Desde 1981, Rocky Mountain representa el espíritu canadiense en estado puro: bicis diseñadas para los terrenos más duros y trails más exigentes. En 2017, la marca dio el salto al mundo eléctrico de la mano de Dyname, un fabricante de motores también canadiense que, desde entonces, se encarga en exclusiva de propulsar sus eMTB. Ahora, con la nueva Instinct Powerplay SL, Rocky Mountain presenta su primera eMTB de asistencia ligera, equipada con el inédito sistema Dyname S4 Lite Mid-Power, que entrega 65 Nm de par y hasta 550 W de potencia máxima.
Con 150/145 mm de recorrido, un peso total de 20,3 kg y un precio de 9.700 €, la gran pregunta es: ¿puede la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL plantar cara a sus rivales en esta comparativa, a pesar de contar con un motor de asistencia contenida? ¿Y qué tal funciona realmente este planteamiento tan particular sobre el terreno?



¿Qué hace diferente a la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL frente a la competencia?
A primera vista, la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL ni siquiera parece una eMTB ligera. Es cierto que su tubo diagonal es uno de los más delgados del test, con solo 252 mm de circunferencia, pero la zona del motor se ve aparatosa… y el peso de algo más de 20 kg confirma esa primera impresión. La batería de 480 Wh va integrada en el cuadro y se puede extraer para cargarla, pero el proceso es algo engorroso: primero hay que desmontar la tapa del motor, luego quitar dos tornillos que fijan la batería y, solo entonces, deslizarla hacia fuera. Lo más fácil: voltear la bici. También puedes cargarla directamente en el cuadro a través de un puerto bien protegido con una tapa de goma en el lateral izquierdo, justo encima del motor.

El nuevo motor Dyname S4 Lite entrega 65 Nm de par y una potencia máxima de 550 W. En lugar de accionar directamente el plato, transmite la fuerza mediante un pequeño piñón adicional. Esto da libertad total a los ingenieros para diseñar la suspensión trasera, aunque se nota en las piernas: el tacto al pedalear es más áspero, con un toque mecánico y rugoso.

En el manillar, la cosa se mantiene sencilla. El display Jumbotron en blanco y negro muestra solo lo esencial: velocidad, modo de asistencia, batería y cadencia. Para cambiar ajustes, tendrás que bucear en un menú algo complejo directamente desde la bici, porque – ojo – esta Rocky Mountain es la única del test sin app ni conectividad al móvil. El mando remoto, eso sí, funciona bien: botones claros, buen tacto y cambios de modo precisos incluso con guantes.


Más allá de eso, la Instinct SL también cuida los detalles. El tubo diagonal permite montar un bidón o un extensor de autonomía de 314 Wh. El protector de vaina de goma blanda elimina por completo el traqueteo de la cadena y las entradas atornilladas del cableado evitan cualquier tipo de vibración. ¡Un buen detalle!
Rocky Mountain ha apostado por un montaje práctico y bien pensado, sin dejarse llevar por el brillo de componentes de postureo. El sistema de suspensión corre a cargo de FOX, con una horquilla 36 Performance Elite con cartucho GRIP X y un amortiguador FOX Float X Performance Elite a juego, ofreciendo 150 mm de recorrido delante y 145 mm detrás. El cartucho GRIP X rinde casi al nivel del GRIP X2, aunque emite un curioso sonido de succión. Permite ajustar externamente la compresión en alta y baja velocidad, mientras que el rebote solo tiene un ajuste disponible.
La transmisión electrónica SRAM GX Eagle, con cambio trasero de montaje directo, ofrece cambios suaves, precisos y silenciosos incluso bajo carga. En la frenada, confía en unos SRAM Code Silver Stealth, potentes y consistentes, combinados con discos de 200 mm delante y detrás. El cableado está perfectamente guiado y contribuye a un cockpit limpio y ordenado.

La tija telescópica FOX Transfer Performance Elite ofrece 180 mm de recorrido, suficiente para moverse con soltura en bajadas técnicas y con un funcionamiento fiable. El juego de ruedas Race Face ARC 30 de aluminio calza neumáticos MAXXIS: un DHF delante y un DHR II detrás, ambos con carcasa EXO+ y compuesto MaxxTerra. Si quieres ganar un extra de agarre y robustez, recomendamos montar un neumático delantero con compuesto MaxxGrip más blando, y una carcasa más resistente como la DoubleDown para la rueda trasera.

Rocky Mountain Instinct Powerplay SL
9.699 €
Especificaciones
Motor Dyname S4 Lite 65 Nm
Batería Powerplay Akku 480 Wh
Pantalla Jumbotron
Horquilla FOX 36 Performance Elite GRIP X 150 mm
Amortiguador trasero FOX Float X Performance Elite 145 mm
Tija de sillín FOX Transfer Performance Elite 180 mm
Frenos SRAM CODE Silver Stealth 200/200 mm
Transmisión SRAM GX Eagle AXS Transmission 1×12
Potencia Rocky Mountain 35 40 mm
Manillar Race Face Turbine 780 mm
Ruedas Race Face ARC 30 29″
Neumáticos MAXXIS Minion DHF, MaxxTerra, EXO+ / MAXXIS Minion DHR II, MaxxTerra, EXO+ 2.5″/2.4″
Datos técnicos
Talla XS S M L XL
Peso 20.3 kg
Aprobación para remolque no
Características específicas
flip-chip
Consejo de ajuste: Cuando toque cambiar los neumáticos por primera vez, apuesta por un compuesto MaxxGrip más blando delante y una carcasa DoubleDown más resistente detrás. Ganarás agarre y confianza a raudales.
Talla | SM | MD | LG | XL |
---|---|---|---|---|
Seat Tube | 365 mm | 410 mm | 440 mm | 470 mm |
Top Tube | 566 mm | 598 mm | 626 mm | 658 mm |
Head Tube | 105 mm | 110 mm | 125 mm | 135 mm |
Head Angle | 64° | 64° | 64° | 64° |
Seat Angle | 77.5° | 77° | 77° | 77° |
Chainstay | 436 mm | 436 mm | 447 mm | 447 mm |
BB Drop | 17 mm | 17 mm | 17.1 mm | 17.1 mm |
Wheelbase | 1199 mm | 1226 mm | 1268 mm | 1309 mm |
Reach | 430 mm | 455 mm | 480 mm | 510 mm |
Stack | 614 mm | 618 mm | 632 mm | 641 mm |

¿Cómo se comportó la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL en nuestra prueba?
El motor Dyname de la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL ofrece una sensación muy distinta a la de otros motores “convencionales”. Aunque responde con contundencia y entrega la potencia de forma similar al Bosch SX, le falta ese extra de empuje que caracteriza al motor alemán a cadencias altas. Lo que lo hace único es su entrega lineal: los 65 Nm de par se mantienen prácticamente constantes a lo largo de todo el rango de cadencia, incluso cuando pedaleas muy rápido. ¿El resultado? Una asistencia suave y predecible, sin picos de potencia.
Quienes sepan apreciar esta entrega progresiva y estén dispuestos a poner de su parte, podrán enfrentarse a subidas duras con total confianza. En tramos técnicos cuesta arriba, la Rocky Mountain mantiene el tipo frente a rivales como la Orbea Rise, a pesar de que esta monta un motor Shimano de gama full power. La rueda delantera se mantiene bien apoyada incluso en pendientes pronunciadas, aunque en pistas de subida más largas se nota algo más de presión sobre las muñecas. En términos de eficiencia, la Powerplay SL sorprende: puede competir con algunas eMTBs de asistencia completa como la KTM Macina o la Propain Shresh, exprimiendo cada vatio de energía. De hecho, conseguimos subir 1.411 metros de desnivel con una sola carga de su batería de 480 Wh —aunque eso sí, a costa de una velocidad media más baja y una reducción considerable de potencia cuando la batería baja del 10 %.
El montaje de la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL prioriza la funcionalidad frente al postureo. Más allá de la elección de neumáticos, hay poco que criticar.

En bajada, la Instinct Powerplay SL transmite sensaciones claras e intuitivas. Eso sí, el frontal bajo puede generar una sensación algo más “cabezona” de lo habitual, lo que se traduce en buen agarre sobre terreno seco, pero también en ciertas limitaciones cuando el terreno se pone resbaladizo. Aquí, un neumático delantero con compuesto más blando marcaría la diferencia. Una vez te adaptas a la baja posición de manillar, la bici invita a adoptar una conducción más agresiva… y es ahí donde realmente brilla. La Instinct se lanza a tumba abierta en curvas amplias con total naturalidad y, al mismo tiempo, te transmite lo que ocurre bajo las ruedas. Se siente firme, compuesta y juguetona. En senderos con flow, es pura diversión: la suspensión firme permite bombear a través de peraltes y ondulaciones con soltura, generando velocidad sin esfuerzo.
Agarre en curvas abiertas y postura de ataque: el frontal bajo de la Instinct Powerplay SL te anima a cargar peso delante y a pilotar con decisión.

En zonas más técnicas, la Rocky Mountain mantiene el control y da la sensación de tener más recorrido del que realmente ofrece. Se traga raíces y rocas sin rechistar, aunque levantar la rueda delantera para sortear obstáculos requiere algo más de implicación física. En terrenos rotos y enrevesados, exige un estilo de conducción activo, aunque su peso contenido y el manejo intuitivo juegan a su favor. En lugar de simplemente arar el sendero, la Instinct permite trazar con precisión y agilidad, moviéndose con soltura en curvas cerradas. Ahora bien, si lo que buscas es la máxima confianza y aplomo en bajadas técnicas, modelos como la Santa Cruz Vala o la YT Decoy SN están un nivel por encima.



¿Para quién es la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL?
La Rocky Mountain Instinct Powerplay SL no es una eMTB para todo el mundo. Está hecha para quienes valoran lo diferente, para los que buscan una experiencia única fuera del mainstream. Su motor Dyname no se parece a ningún otro del mercado: no es un sistema de asistencia ligera convencional, pero tampoco es un motor full-power al uso. Ofrece una entrega de potencia lineal, constante y predecible, ideal para quienes no tienen problema en apretar un poco más los pedales a cambio de un rendimiento excepcional en las subidas. Si eres un rider con experiencia, que valora la personalidad y el carácter en una bici, la Instinct Powerplay SL es una opción muy capaz, afinada con mimo y con un planteamiento diferente que funciona.
Características de conducción
DISEÑO
- desequilibrado
- coherente
FACILIDAD DE USO
- complicado
- inteligente
RELACIÓN CALIDAD-PRECIO
- mejorable
- excelente
ADECUACIÓN PARA TREKKING Y DESPLAZAMIENTOS
- baja
- alta
MANEJO
- exigente
- intuitivo
FACTOR DIVERSIÓN
- aburrido
- animado
Uso previsto
Pistas de grava
Subidas técnicas
Descensos de flowtrail
Descensos técnicos

Conclusiones sobre la Rocky Mountain Instinct Powerplay SL
La Rocky Mountain Instinct Powerplay SL encuentra un equilibrio brillante entre potencia y autonomía para quienes buscan una eMTB deportiva, distinta y con alma. No es la más ligera ni la más potente del test, pero se posiciona justo en ese punto intermedio que muchos riders buscan sin saberlo. Sobre el papel puede parecer modesta, pero en la montaña sube con solvencia gracias al carácter progresivo de su motor. En bajadas, su comportamiento es muy sólido y hace rendir la suspensión, aunque su bajo stack requiere manos expertas para sacarle todo el partido. Una bici que conecta más con ciclistas de MTB de pura cepa que con usuarios típicos de e-bikes.

Tops
- Manejo intuitivo y ágil
- La rueda delantera siempre va bien plantada, tanto subiendo como bajando
- Motor Dyname con asistencia constante y natural

Flops
- Cuesta despegar la rueda delantera del suelo
- El proceso para extraer la batería es poco práctico
- No cuenta con app ni funciones de conectividad
Para más información, visita bikes.com
La Gran Comparativa de eMTB
Aquí puedes consultar la comparativa completa: La mejor e-mountain bike de 2025 – 30 modelos frente a frente en la prueba definitiva
Todas las pruebas:
AMFLOW PL Carbon Pro, Canyon Spectral:ONfly CF LTD, FOCUS JAM² 6.0, GHOST E-RIOT LTD, Haibike HYBE CF 11, MERIDA eONE-SIXTY SL 10K, Orbea WILD M-LTD, Orbea Rise LT M-Team, R RAYMON Tarok Ultra, Rocky Mountain Instinct Powerplay SL, Santa Cruz Vala X0 AXS RSV, SCOTT Patron ST 900 Tuned, Specialized S-Works Turbo Levo 4, Transition Regulator CX XT, UNNO Mith Pro, YT DECOY SN MX CORE 3.
Words & Photos: Julian Schwede